Piropos
Tengo la sospecha de que esto generará debate. Si es así, cumpliré mi cometido.
Hace una semana fui a una Jornada para la Familia en la escuela de mi hija, donde se abordó el tema de la sexualidad y derechos.
Uno de los cuatro tópicos que se tomaron fue el del Acoso Callejero. Para dar inicio al debate (que no fue tal), se proyectaron tres videos que hablaban sobre el tema del acoso. Era imposible estar en contra de dicha línea discursiva, dado que allí mostraban casos extremos: chicas tocadas en un colectivo, chicas perseguidas o siendo acosadas verbalmente en la calle, etc.
Entre tanta bandera plantada, una de ellas fue la del "A mi cuerpo no le interesa tu opinión".
Entre las opiniones que volcaban los participantes (mayoría mujeres), se condenó a todo tipo de piropo que una persona puede hacerle a otra. Yo hice la siguiente pregunta y el debate fue dado por finalizado: "¿Cuál es el límite? ¿Cómo hace un hombre, o una persona cualquiera para decirle a otra persona que es hermosa sin conocerla?".
Creo que se está corriendo todo hacia un lugar donde ya no está permitido enamorarse. Hacia un lugar donde hay que tener miedo de cualquiera que te dice algo en la calle. Se está yendo hacia la construcción de un "otro" (en este caso, los hombres), al que hay que temerle.
La condena extrema a cualquier expresión, incluso románticas, sensibles, respetuosas, de una persona hacia otra, conduce nuevamente hacia el miedo, hacia el encierro, hacia el corte de cualquier vía de comunicación que no sea la aceptada, securizada y acéptica que impone este discurso.
¿Cuántas historias de amor se han perdido en este último tiempo por esta construcción del miedo?
En mi intervención conté, que hace unos 10 años me enamoré en un colectivo. Me bajé y le dije a la chica que era realmente hermosa. Una de las docentes coordinadoras me dijo: "Yo la verdad es que si alguien se baja del colectivo para decirme eso, me asustaría mucho".
"Una lástima, quizás te habrías perdido de algo importante. Yo con esa chica me casé, me enamoré y tuve dos hijos. La mayor es alumna de esta escuela y es por ella que yo estoy aquí."
Creo que algunos sectores del feminismo están acercándose a lugares que no son buenos.
Hace una semana fui a una Jornada para la Familia en la escuela de mi hija, donde se abordó el tema de la sexualidad y derechos.
Uno de los cuatro tópicos que se tomaron fue el del Acoso Callejero. Para dar inicio al debate (que no fue tal), se proyectaron tres videos que hablaban sobre el tema del acoso. Era imposible estar en contra de dicha línea discursiva, dado que allí mostraban casos extremos: chicas tocadas en un colectivo, chicas perseguidas o siendo acosadas verbalmente en la calle, etc.
Entre tanta bandera plantada, una de ellas fue la del "A mi cuerpo no le interesa tu opinión".
Entre las opiniones que volcaban los participantes (mayoría mujeres), se condenó a todo tipo de piropo que una persona puede hacerle a otra. Yo hice la siguiente pregunta y el debate fue dado por finalizado: "¿Cuál es el límite? ¿Cómo hace un hombre, o una persona cualquiera para decirle a otra persona que es hermosa sin conocerla?".
Creo que se está corriendo todo hacia un lugar donde ya no está permitido enamorarse. Hacia un lugar donde hay que tener miedo de cualquiera que te dice algo en la calle. Se está yendo hacia la construcción de un "otro" (en este caso, los hombres), al que hay que temerle.
La condena extrema a cualquier expresión, incluso románticas, sensibles, respetuosas, de una persona hacia otra, conduce nuevamente hacia el miedo, hacia el encierro, hacia el corte de cualquier vía de comunicación que no sea la aceptada, securizada y acéptica que impone este discurso.
¿Cuántas historias de amor se han perdido en este último tiempo por esta construcción del miedo?
En mi intervención conté, que hace unos 10 años me enamoré en un colectivo. Me bajé y le dije a la chica que era realmente hermosa. Una de las docentes coordinadoras me dijo: "Yo la verdad es que si alguien se baja del colectivo para decirme eso, me asustaría mucho".
"Una lástima, quizás te habrías perdido de algo importante. Yo con esa chica me casé, me enamoré y tuve dos hijos. La mayor es alumna de esta escuela y es por ella que yo estoy aquí."
Creo que algunos sectores del feminismo están acercándose a lugares que no son buenos.
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