Intro...spección
Hace tiempo que este espacio dejó de ser quizás lo atractivo que fue cuando escribía cuentos o delirios. La realidad es que desde hace mucho tiempo que estoy sumergido en un mar del que no puedo salir, nadando a brazada desesperada sin encontrar ni siquiera un cacho de madera donde aferrarme.
Corro el riesgo de convertir este espacio en ese lugar que ocupaban los diarios íntimos femeninos y algún que otro masculino. Sin ir más lejos, mi viejo durante años tuvo pilas de cuadernos donde volcaba sus cosas, pensamientos, poemas, cuentos, dibujos, opiniones... Digitalmente esto se ha ido transformando en ese cuaderno.
Algunas veces habrá alguna opinión política, otras veces un poema que no me animo a publicar, otras veces un relato, otras sólo un llanto o una risa.
Yo le pido perdón a quien acuda a este sitio con la esperanza de divertirse o aprender algo. Lamento desilusionarlos. Aquí sólo me encontrarán a mí.
Como toda promesa pronta a romperse, quiero volcar más seguido lo que me pasa. Porque un día mis hijos quizás descubran esto, como yo descubrí unos cuadernos y me conozcan un poco más.
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