Chispita nocturna
Fue una noche. Yo estaba recostado sobre el pasto de un campo desconocido, tras los alambres de púa, a unos kilómetros de Macachín, provincia de La Pampa. La radio había anunciado durante el día anterior la aparición de un cometa cercano a la constelación de Tauro. Estuve toda la tarde realizando preguntas sobre la constelación, para poder identificarla fácilmente cuando llegara la noche, pero allí en Macachín los lugareños las conocían con otros nombres, como el del "Gallo cantor", "El cuí" o "El cinturón de Facundo". Pese a ello, pude hacerme una idea en base a dibujos sobre un papel de cuál representaba al Tauro. Ellos la llamaban "El caballo de Rosas". Llegada la medianoche me encontraba internado en medio de la oscuridad, sintiendo el verde húmedo bajo mi espalda, con los ojos mirando el cielo más estrellado que aún recuerde. La ansiedad estaba haciéndome sufrir esperando el momento. Desde muy pequeño me fascinaron las luces en la oscuridad.