Cesar es un cliente (bah... era, porque ya se debe haber muerto el viejo hace rato) que no tenía nada que hacer en su vida. Tenía como 80 años. Por comentarios que hizo debe ser jubilado o retirado de alguna fuerza armada. Siempre vestido con la misma ropa, juro que nunca lo vi con otra vestimenta que no sea su campera de tela negra, su chaleco negro militar, su camisa negra, su pantalón negro, sus medias negras, sus zapatos negros y su tintura negra. Si lo hubiera conocido hace 30 años, seguro que le tenía miedo. Medía 1,80 ó más. Se quedaba todos días un promedio de 8 horas frente a la computadora fascinado con internet. Teníamos que echarlo (literalmente) a la una y media de la mañana porque cerrábamos y no se iba. Insoportable como pocos, te llamaba cada 5 minutos para preguntarte, consultarte, contarte, o cuestionarte alguna pelotudez. El problema es que se pensaba que sabía, entonces ya cuestionaba por cualquier cosa que leía. El viejo navegaba por páginas de la CIA, páginas de u