Gata de rincón
El mundo en miles de bifurcaciones, una entrada por sus ojos que explota en historias que quizás algún día escriba. Ella mira desde su rincón, calentito, cómodo, cómo el mundo transcurre y se desarrolla. Analiza, piensa, sonríe, imagina, sueña.
Quiere su rincón y cada tanto una mano que se acerque y le acaricie el cuello para cerrar un rato los párpados en placer de vuelo.
Es un gato más de esta familia, gata de rincón, gata de cama, gata de mesa que pide paté de foie.
Ella está ahí, en silencio, contemplando la vida. Seductora, atractiva. Ella no sabe que de coté uno está atento a esa mirada, a cada gesto, a cada ronroneo, a cada temblor de sus dedos que se acurrucan cada tanto en la colcha doblada.
Hay veces en que muero por acercarme, acariciarle el lomo, quedarme horas con mi mano en sus orejas. Pero viste cómo son los gatos, que a veces quieren algo, pero largan el zarpazo y duele. Misteriosa como un gato, suave como un conejo.
No tengo mucho para ofrecerle, pero se lo ofrecería todo.
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